La evaluación es un proceso
dinámico, flexible, abierto, sistemático, permanente, vital y constructivo para el proceso de
enseñanza aprendizaje.
Por lo general, se piensa a la evaluación poniendo la mirada en las
respuestas o conductas finales de los alumnos. Ciertamente, nos transmiten a
través de sus acciones indicios o marcadores para cotejar si nuestra
planificación estuvo acordes para ese grupo. Por lo tanto, si lo que pensamos
generar resultó productivo o superó
nuestras expectativas ¡¡¡buenísimo!!!! . Pero qué pasa cuando no resulta???,. No evaluamos resultados finales, evaluamos el
proceso completo.
Imaginemos el proceso como
un camino largo e incierto. Por momentos avanzar será un tropiezo más por saldar, por
lo tanto deberemos ser observadores cautelosos y pacientes para ir graduando
nuestras acciones acordes sean las demandas para asegurarnos que estamos
transitando por el camino adecuado para ese grupo de alumnos. No importa si
avanzamos lento, o si hay que retroceder para volver a encontrar el sendero, lo
importante es que pensemos a la evaluación como una posibilidad que suma al
proceso de aprendizaje indicios claves para nuestras prácticas dándonos las
herramientas para corregir, modificar o transmutar lo que haga falta para
avanzar.
Según mi experiencia,
primero evalúo mi planificación, que corresponderá con las respuestas registradas
de nuestros compañeros de labor: los alumnos.
Será imprescindible estar
siempre alertas con nuestras antenas docentes bien afiladas para que nuestras
prácticas de la enseñanza sean realmente momentos enriquecedores siempre.
A la hora de planificar,
hay que pensar en alternativas para cambiar el rumbo de la clase cuando los
resultados no se parecen a los “esperados”. Puede suceder que todavía no estén
maduros para esa actividad / programa o no los motivó lo suficiente para
activarlos, en ese caso utilizo un plan B. Siempre hay que tener un plan B. Otras
veces, una intuición docente me permite insistir con la propuesta, puede pasar
que sólo hace falta una vuelta de rosca en el proyecto, que no fue contemplado
en el momento de la planificación. Ahí es hora de reacomodar y continuar. Les
proporciono ese envión que precisan, que intuyo les hace falta.
Las Tecnologías de la
Información y la Comunicación” (TIC) son las
herramientas digitales que utilizadas como medios, recursos didácticos
enriquecen nuestras prácticas. Las
mismas nos posibilitan encuentros con la información desde diferentes formatos:
vídeos, archivos de audios, textos con hipertextos, imágenes estáticas,
dinámicas, en 3D, con avatares, animaciones y demás. También podemos
transformar esa información generando conocimientos nuevos que podemos
transmitir a otros a través de diferentes soportes (videoconferencias, chats,
e-mails), para comunicarnos con otras instituciones, sin importar las
distancias físicas que nos separan y el idioma.
Las TIC están al alcance de
todos, no hace falta tener los equipos de última generación, hace falta pensar
en forma creativa, planificar con lo que tenemos para sumar, para colaborar,
para enriquecer nuestras prácticas educativas con éstos medios que están para
ser aprovechados en forma constructiva, para transformarlos en recursos
didácticos poderosos.
Escribime para que te mande el registro de evaluación que uso...
danielamazza2004@gmail.com
Asunto: registro de evaluación
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Espero leerte seguido por aquí y que lo que leas te sea útil para tu vida profesional.
Cariños, Daniela.-